miércoles, 9 de mayo de 2012


“TODOS SOMOS HIJOS DE PEDRO PÁRAMO…UN RENCOR VIVO” 
Cristhian Giovanni

…Una muestra de que la maldad y el miedo aun pueden seguir vivos después de la muerte, a veces llamada el descanso eterno del alma o la reencarnación de la misma adquiriendo condiciones físicas a las anteriores de su óbito pero, realmente ¿Quién nos asegura esto?, sin saberlo podríamos estar compartiendo un mismo espacio vivos y “muertos” claro en una diferente dimensión de la que solo nos separa una línea delgada, ¿será acaso esta la mejor explicación de los fantasmas? , aquellos que han fallecido sin saberlo pues, su alma es arrancada tan rápido de su cuerpo que el paso de esta línea  es casi imperceptible. Vivir y a la vez no vivir, encontrarse en un pueblo fantasma donde las apariciones son constantes y muy extrañas pues tras un oleaje de polvo desaparecen las personas que habitan este lugar, todas con una opinión común sobre pedro “maldad, rencor, odio, infidelidad” convirtiéndose en un juego de palabras que nos lleva a lo mismo, imaginar la vida de Pedro obliga a lamentar la vida de sus paisanos. Pensar en la vida hostil de este personaje, reacio al afecto por otro ser humano, vengativo, obliga a pensar la vida difícil de quienes lo conocieron. “Es, según yo sé, la pura maldad. Eso es Pedro Páramo”, dice Bartolomé San Juan.
Las voces tenues de las personas infieren que todos le temen aun estando muertos porque nadie vive en Comala, es una realidad ficticia aunque parezca gracioso y con falta de coherencia pues los muertos de Comala siguen vivos en su difunta eternidad y perduran con ellos el sentir de lo cotidiano, las mismas preocupaciones, obsesiones a las que de vivos se aferraron y sintieron. En esta muerte general el miedo y la preocupación por el cacique aun están latentes  en el cadáver de todos. Pedro Páramo vivía y profesaba como un nuevo tirano, repetía a tantos que han torcido la historia y a tantos personajes que la literatura ha buscado para sacar a la luz la parte oscura el alma humana. “Un rencor vivo” lo llama Abundio. Un temible rencor revestido de autoridad y poder, siendo también parte de la metáfora entre el mundo de vivos y muertos demostrando que las promesas aun pueden cumplirse y que el sentimiento perverso de un humano hacia otros puede tener continuidad en la fase terminal de la vida física para dar paso a la espiritualidad.

Cristhian Giovanni Martínez Azuara  2°3 T/M   No. de Lista: 22

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