jueves, 19 de abril de 2012



Quise seguirte… pero no tengo alas

Arrodillada, frente a su cama, una mirada ida y ojos llorosos, una tipa repite su nombre una y otra vez, desesperada le dice: -¿Por qué me ignoras? ¡Escúchame! Sé que fui una tonta, lamento lo que te hice, peor no soportaba la idea de verte al lado de alguien más, quiero que estés siempre conmigo, ¡sé feliz! ¡Te lo ordeno! Ya no podrá verte nadie más, ¡eres mío!, sí!, parezco loca, quizá lo estoy realmente, sos mi obsesión. Tu rechazo no lo acepto, hago todo por ti y solo tu desprecio obtengo.
Se levanta, arroja las rosas que le llevaba y grita una y otra vez: ¿por qué no me elegiste? ¿Por qué? Yo te amo, ámame tú también!!!
Lo destapa, saca un cuchillo de su bolsillo, lo clava en su pecho, con pequeños, finos y delicados cortes saca su corazón, escurre algo de sangre por las manos de ella, se acerca lentamente, le da un tierno beso en la frente, se recuesta junto a él, toma su mano, recuerda aquel aterrador y vívido momento que no saca de su pensamiento:
Toca la puerta de su departamento, nadie responde, han pasado ya 4 mese del rompimiento, entra lentamente, todo limpio y acomodado como de costumbre, un aroma dulce, silencio, se aproxima a la cocina, encuentra unas velas (sin desgastar), copas para vino, platos en la mesa, una pequeña y curiosa cajita, cerrada y amarrada con un listón, aún no ha sido abierta, la tima; se oye que abren la puerta, lo ve entrar tomándole la mano a su chica, llena de ira, odio y celos, abre la caja… un anillo; él sorprendido le pregunta que hace ahí, solo le contesta: - no te puedo olvidar y tu eres solo para mí. Amenaza con un arma a la chica pelirroja, un ambiente tenso, se pone frente  a ella “su chico”, dispara sin dudarlo en su pierna, no puede protegerla, salen al balcón, le dice que sujete su cuello con una soga, se asusta, intenta salir corriendo, la detiene, la abofetea. -¡Lo sabía! No sos capaz de dar la vida por él!! ¡Ingrata!, me cambio por basura, yo lo hubiese hecho sin pensarlo, no lo mereces. (Entre rasguños y golpes logra atarla del cuello y la amarra al barandal). Amenaza: -Si no te arrojas nadie volverá a verle!!; tiembla d e miedo y contesta: -Hazle lo que quieras pero déjame en paz… Os ruego!!
No es lo que quería oír!! Le dispara al tipo y la empuja, queda colgada de un onceavo piso; todos en la calle observan aterrados, piden auxilio, entran policías y paramédicos… Hay dos muertos, no hay que hacer…
Días después se presenta a su velación, escondida detrás de árboles, donde le vienen a la mente aquellos momentos de alegría que juntos pasaron, observa todo y piensa: ninguno haría lo que yo por él, no lo dejaré partir solo.
Vuelve de esos segundos agonizantes, aprieta su mano, lo mira, cierra sus ojos, con esa cuchilla une sus corazones, corre para alcanzarlo en su camino, ve una silueta a lo lejos, puede ver su rostro, está afligido… ELLA… SE ARREPIENTE… SE HUNDE, ÉL TIENE ALAS PARA VOLAR!!


                                                                                                                Ana Laura Espinoza Omaña

No hay comentarios:

Publicar un comentario